Es una dimensión de vibración muy alta, donde reina el Amor incondicional.

Aquí residen Seres de Luz , Maestros, Guías espirituales.

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Podemos imaginarnos este lugar como una inmensa biblioteca, un enorme hard disk donde cada uno de nosotros tiene su propio “libro de la vida”, en el cual está grabado todo lo que experimentó en cada una de sus encarnaciones. Además contienen la información acerca del karma del individuo, de su familia, de la naturaleza de su propio camino evolutivo y de las conexiones kármicas que lo unen a los demás seres humanos, y también de los pactos que nuestra alma estipuló antes de encarnarse.

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Podemos, a través de un trabajo de canalización, pedir directamente a los Maestros que abran nuestros Registros, para tener claridad en nuestra vida.Pueden ayudarnos a entender, por ejemplo, cuál es nuestro propósito, o cuál es el origen de algunas relaciones difíciles, enfermedades, sufrimientos, obstáculos, situaciones de las cuales no podemos liberarnos, estén éstas situadas en esta vida, o en vidas pasadas. Jamás nos darán informaciones que no estamos listos para escuchar, sino solamente cosas útiles para nuestra evolución, para soltar nudos no resueltos que nos retrasan, que nos bloquean.

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Pueden desvelar las enseñanzas de las experiencias que hemos elegido vivir, para luego poder dar las gracias a cualquiera de ellas,porque ha sido util para aprender y crecer.Podemos experimentar el perdón através de la comprensión de nuestras responsabilidades, presentes o pasadas,  en los acontecimientos de nuestra vida. Podemos comprender que en nosotros están todos los opuestos, porque los hemos experimentado durante nuestras innumerables encarnaciones pasadas, y desde aquí aprender a trascender el ego y a no juzgar.

 

Los RA abren nuestro corazón, que es el acceso al Ser de Luz que está dentro
e nosotros, que está conectado con la Fuente, ¡que es la Fuente!